domingo, 14 de noviembre de 2010

Capítulo 1: Deneb

Deneb era un chico promedio, cursando su penúltimo año de universidad, enfocado en sus estudios y con muy poca suerte en el amor. Desde que había asumido su homosexualidad intentó entablar alguna relación con algunos chicos, pero todos los que se citó parecían estar en una sintonía muy distinta, mientras Deneb buscaba alguien con quien compartir el día a día, esos chicos buscaban con quien compartir las noches, preferentemente las noches y mejor aún en singular “la noche”, sin compromiso alguno. Entonces apareció Pólux, un chico un par de años mayor, también estudiante y en busca de amor o algún sucedáneo. Deneb se citó con Pólux esperanzado de que la búsqueda incansable por su media naranja culminara y comenzara a vivir la vida acompañado de alguien y así ya no sentir esa soledad que lo estaba agobiando. No contaba con que detrás del discurso de Pólux y de ese rostro angelical se escondiera otro chico como los que ya había conocido, sólo que este había dado un salto evolutivo perfeccionando sus técnicas de conquista. Ahora no sólo la soledad le agobiaba, también el recuerdo de aquel encuentro que pensó eran las puertas a la felicidad. Ahora sus deseos tenían nombre, tenían apellidos, color y sabor de piel, rostro, pero no estaba tan seguro de que tuvieran corazón.


Como una forma de evadir sus pensamientos, Deneb creyó que debería ir al club gay de la ciudad, siempre había oído hablar del, pero con un halo de oscuridad y secretismo que hasta entonces le habían parecido motivos suficientes para no conocerla. No pretendía encontrar en Galaxia a un chico con sus mismos ideales, sólo pasar un buen rato y olvidarse de sus dolores. Caminó sólo por las calles más peligrosas de la ciudad, cerca del barrio de las prostitutas, había perdido el miedo, sus pensamientos estaban situados en Galaxia y en lo que ahí podría encontrar. A pesar de nunca haber estado ahí, sintió como si ese camino ya lo hubiese recorrido antes, el gigantesco letrero neón podía verse a varias cuadras, así como también a los peregrinos que iban hacia el.

Afuera del club le entregó su cédula de identidad al guardia, él la miró detenidamente y luego se la devolvió, pasó sus manos por su cuerpo intentando en busca de armas o alcohol y luego le permitió entrar. Deneb abrió la puerta de Galaxia y caminó por el pasillo de un intenso color rojo, donde habían algunos asientos repletos de chicos que no le quitaron la mirada de encima, de fondo sonaba una canción movida de una cantante extranjera. Al muchacho le faltaba tiempo para captar todo ese mundo; Las pinturas colgadas en las paredes, las elegantes lámparas, los diferentes chicos que pasaban frente a él, algunos muy femeninos, otros más viriles, vestidos con pitillos, o camisas a rayas, con peinados exóticos, algunos muy mayores, otros jóvenes. Cuando pudo divisar la pista, notó como varios muchachos ya bailaban, mientras otros los contemplaban desde bar alistándose a atacar. Por un instante creyó estar en el lugar equivocado, pero junto con un punzante dolor en su corazón, vinieron a su mente imágenes de aquella tarde junto a Pólux y recordó el motivo de su visita al club y armándose de valor, bajó a la pista y comenzó a bailar solo, pero a los minutos ya era acompañado por dos chicos quienes se presentaron como Canopo y su mejor amigo Agena. Ellos no se alejaron en ningún momento de Deneb, incluso fueron a un lugar más apropiado para charlar y conocerse mejor, resultó que Agena estudiaba en la misma universidad que Deneb, mientras que Canopo ya estaba a punto de egresar de otra institución. Agena también recientemente había terminado con su novio de dos años y por eso Canopo lo había acompañado al club, implícitamente parecía que Deneb y Agena podrían olvidar sus penas en conjunto, como su un clavo sacara a otro. Canopo detectó esa sintonía y se esforzó por intentar que ambos se citaran, Deneb no se negó, la idea parecía buena y Agena tenía unos ojos color ocre que le parecieron tan bellos como su sonrisa. Y mientras un chico sacaba a bailar a Canopo, Deneb y Agena hicieron lo propio, volviendo a la pista y danzando tan cerca que pudieron sentir sus cuerpos, el calor que emanaban y la atracción que ambos sentían.

Deneb no estaba acostumbrado a beber y esa noche se excedió en la cantidad de alcohol, lo que hizo que olvidara algunos detalles de esa noche que hubiese preferido recordar totalmente. Canopo y Agena lo dejaron en su departamento y antes de que bajara del auto, Agena lo besó sorpresivamente. Al otro día despertó con una resaca horrible, se había quedado dormido para las dos primeras cátedras de su universidad. En su celular habían llamadas perdidas de algunos compañeros, un mensaje de uno de ellos extrañado por su ausencia y otro de Agena, recordándole que habían quedado de encontrarse en el casino cercano a la facultad de derecho para almorzar juntos. Había olvidado aquello y con dificultad se incorporó para cumplir su palabra.

El almuerzo fue increíble, Agena se paseaba por muchos temas con total fluidez, parecía que nada era tabú y fue así como le comentó a Deneb la forma en que había conocido a Canopo. Resultó que ambos estuvieron saliendo con un mismo chico y tardaron varios meses en notarlo, lejos de iniciar una guerra entre ellos, se hicieron amigos y encararon juntos al descarado. También le contó algunos detalles de su reciente ruptura y como aquel chico seguía llamándolo por las noches poniendo a prueba su fuerza de voluntad. Deneb se sintió en confianza y también le comentó su reciente desilusión. La charla se extendió mucho más que el almuerzo y juntos caminaron por los prados de la universidad, en plena primavera el jardín botánico era todo un espectáculo y en buena compañía aún más.

- Tienes algo aquí- dijo Agena, deteniéndose en medio del bosque y llevando su mano derecha al oscuro cabello de Deneb para sacar una pequeña hoja que había caído sobre el. Estando frente a frente el corazón de Deneb se aceleró y mucho más cuando vio los labios de Agena aproximándose a los suyos, nunca antes había besado a otro chico sin que hubiera cuatro paredes mediando entre él y el resto del mundo.

-Disculpa que vaya tan rápido, pero es que simplemente no lo puedo evitar- señaló Agena luego de alejar sus labios de Deneb.

-No hay problema- respondió el muchacho, con algo de dificultad, ahogado en su propia saliva. En realidad sí sentía que todo iba muy rápido, pero con un trayecto que le resultaba demasiado placentero como para frenarlo, sentía que conocía a Agena de toda la vida y que él sí podría alejarlo de la soledad.

Dos semanas después, luego de una noche en Galaxia, Deneb decidió quedarse a dormir en casa de Agena. Apenas los dos estuvieron en la habitación comenzaron a besarse sutilmente y graduando la pasión hasta que la ropa se hizo prescindidle y Agena fue quitando velozmente las propias y luego las de Deneb. Los dos estaban desnudos, frente a frente, Agena invitó a Deneb a recostarse en la cama y fue entonces que mezclaron sus cuerpos en una placentera coreografía, la pálida piel de Deneb se había enrojecido y la de Agena permanecía igual de oscura aunque humedecida por el sudor propio y también en de su amante. La noche se les fue entre caricias, besos y dos orgasmos. El día los encontró durmiendo, acurrucados y embarcando todas sus ilusiones en una relación formal.



Continuará.

8 comentarios:

  1. Uhmm, imagino que la historia es parte real y parte ficticia, o más bien, real del todo....

    Seguiremos leyendo.

    Bicos Ricos

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  2. Holaa!! me encanta tu bloog!

    si te apetece, mira mi nuevo blog, me encantaria que lo leyeras!


    http://nuestrahistoriaspain-london.blogspot.com/2010/11/lo-que-tenga-que-pasar-pasara.html

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  3. Pues en este caso, un 40% real más menos Pimpf y a medida que avanza se torna más ficticia, cariños.


    Le daremos una visita V.

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  4. esta genial la historia!! y muy dulce, ayy me hizo suspirar, pero a ver que cosas pasan despues! muero por saberlo jejeje
    besos

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  5. Bueno, como tú dices, mucho de lo que se escribe parte de nuestra experiencia vital. Luego cuando se empieza a escribir se va trufando la historia de detalles menos autobiográficos y mas ficticios, como es lógico, salvo que uno tenga una vida condenamente literaria, jaaj

    Muy bien, cari, a ver por donde va la cosa...

    Bezos.

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  6. definitivamente empezo muy interesante la historia y espero que siga siendo asi me gusta.

    XOXO G-boy

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  7. Pues veremos como la historia se va volviendo más real o más ficticia.
    Espero el próximo capítulo.

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  8. jejej gracias por tu comentario, si, era Black Xs! jajajaj Por cierto me ha gustado el principio de tu hitoria, haber como sigueeee! :)

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